Los sensores de fibra óptica registran objetos dirigiendo la luz mediante un cable de fibra óptica hacia el objeto de prueba y analizando el cambio en la intensidad de la luz reflejada por el objeto.
Son extremadamente resistentes a las condiciones más extremas, como altas temperaturas, humedad y productos químicos agresivos, lo que los hace ideales para entornos industriales exigentes.
Un sensor de fibra óptica consta de un amplificador de cable de fibra óptica, que contiene la fuente de luz y la unidad de procesamiento, y de cabezales del sensor y cables de fibra óptica, que envían y reciben la luz.
Los cables de fibra óptica de plástico son especialmente adecuados para uso en espacios reducidos, ya que son más flexibles y ahorran espacio. Por el contrario, los cables de fibra óptica de vidrio son más resistentes a las altas temperaturas y a los productos químicos agresivos, lo que los hace más adecuados para entornos más exigentes.
El modo unidad adaptable permite conectar varios sensores entre sí y coordinar su evaluación sin que interfieran entre sí. Para ello, solo el maestro necesita una fuente de alimentación. Esto simplifica la instalación y mejora la eficiencia.
El modo de alineación ayuda a alinear con precisión las fibras ópticas visualizando la intensidad de la señal mediante una pulsación de la luz emitida. Al igual que ocurre con los sensores de aparcamiento en los automóviles, la frecuencia de los impulsos aumenta cuanto más intensa es la señal recibida. Esto permite una configuración eficiente y precisa entre el emisor y el receptor incluso a grandes distancias.
El ángulo de apertura determina la intensidad con la que se dispersa la luz después de salir del cable de fibra óptica. Un gran ángulo de apertura permite detectar objetos cercanos, pero reduce el alcance. En este caso, se pueden utilizar lentes para enfocar la luz y, de este modo, aumentar el alcance o detectar las piezas más pequeñas.
Un amplificador de cable de fibra óptica amplifica las señales de luz emitidas a través de los cables de fibra óptica y registra magnitudes físicas como la presión, la temperatura y la posición de los objetos de prueba. En la automatización industrial, evalúa la cantidad de luz recibida y comprueba si existe una condición de conmutación.
Si se dobla o retuerce excesivamente un cable de fibra óptica, puede resultar dañada la fibra óptica del cable. Estas microgrietas en el núcleo de la fibra pueden provocar un aumento de la atenuación o incluso la pérdida total de la señal de luz, lo que da lugar a un funcionamiento incorrecto del sensor. El reajuste dinámico permite compensar estos efectos dentro de un marco determinado.
La longitud del cable de fibra óptica no influye en la velocidad de conmutación, ya que está determinada por la velocidad de la luz. Sin embargo, una mayor longitud del cable puede afectar negativamente al rendimiento de detección, ya que puede aumentar ligeramente la atenuación de la señal.
Un cable de fibra óptica es un cable óptico de fibra que transmite luz por reflexión total dentro de un núcleo conductor de luz. Consta de un núcleo que conduce la luz, un recubrimiento para optimizar la refracción de la luz y una cubierta para proteger el núcleo de las influencias externas.
El reajuste dinámico utiliza un valor umbral casi fijo que se ajusta para compensar la contaminación o los cambios. Por el contrario, la detección de salto evalúa los cambios de señal sin un valor umbral fijo, lo que la hace especialmente adecuada para objetos variables o cambiantes.
Existen materiales de revestimiento de plástico PVC, acero inoxidable y silicona. El PVC es una opción económica para aplicaciones estándar, el acero inoxidable ofrece una alta protección contra las cargas mecánicas y la silicona es especialmente resistente a los medios agresivos con la máxima estanqueidad.
Un mayor diámetro del núcleo conductor de luz permite que pase más luz a través del cable. Esto mejora el alcance y la capacidad del sensor para detectar de forma fiable incluso objetos de color negro intenso.
Sí, los sensores de fibra óptica son ideales para áreas con estrictas especificaciones de CEM, ya que transmiten sus señales entre la unidad amplificadora y la posición de detección de forma puramente óptica y, por lo tanto, no se ven afectados por interferencias electromagnéticas.
Básicamente, los sensores de fibra óptica son sensores energéticos que reaccionan a la luz recibida. Mediante diversas medidas se garantiza que las fuentes de interferencias se supriman en gran medida. En el caso de sensores de la misma familia, se pueden producir interferencias mutuas en caso de una orientación desfavorable o una colocación en espacios reducidos de los puntos de detección. Por lo tanto, wenglor ofrece diferentes tecnologías para reducir o eliminar esta interferencia mutua.
